¿Por qué las líneas éticas deben ser digitales?

¿Por qué las líneas éticas deben ser digitales?

16 de enero, 2024

La confidencialidad

En la última parte del artículo anterior hablamos de disponer de medios idóneos para denunciar. Y la principal preocupación de los denunciantes, especialmente cuando reportan presuntas irregularidades de sus jefes, es la posibilidad de sufrir represalias. Que pueden ir desde la pérdida del empleo hasta agresiones físicas sobre sí o sus seres queridos.

Por consiguiente, los mecanismos para realizar denuncias deben garantizar al denunciante que sus comentarios no llegarán a los involucrados. Por este motivo, los denunciantes desconfían de mecanismos tales como las líneas telefónicas, en las cuales se les puede reconocer la voz, o de casillas de correo electrónico que permitan identificar el IP, dirección de origen de la emisión del comentario.

Una aplicación digital permite que las denuncias sean enteramente anónimas si el denunciante así lo desea, y, lo mejor, que ese anonimato no bloquee la ulterior comunicación con el investigador asignado a cada caso. En efecto: denunciante e investigador se comunicarán en base a un número de denuncia asignado a cada caso por la aplicación y podrán contactarse mutuamente. El investigador para, eventualmente, requerir más datos al denunciante. Y el denunciante para aportarlos o inquirir sobre la marcha de la denuncia que ha realizado.

El aporte inmediato de datos y la garantía de precisión en la información ingresada

En un mecanismo de denuncia analógico, como puede ser una línea telefónica, quien toma la denuncia debe ingresar los datos en una aplicación. En ese proceso, se puede malinterpretar u omitir el ingreso de información.

En cambio, en un mecanismo de denuncia digital todos los datos comunicados ingresan de inmediato a la base de datos y el denunciante puede estar seguro/a de que la aplicación cuenta con los datos exactos que ha trasmitido, y que se los ha cursado inmediatamente a la atención de un investigador.

Por otra parte, en una línea digital el denunciante puede incorporar fácil e inmediatamente documentación de su denuncia, tal como videos, fotos, audios y documentos. Eventualmente, el investigador puede preguntarle ulteriormente al denunciante si le es dable obtener tales datos.

Los análisis estadísticos y de tendencia

Las líneas de denuncia digitales alimentan bases de datos que disponen de una minería de datos ulterior que permite gestionar el mecanismo más eficientemente. De modo que, para priorizar investigaciones y acciones de remediación, el administrador de la línea de denuncia estará anuente de las tendencias de denuncias, observando los patrones que siguen las mismas. Conforme ello, las áreas, procesos o personas que sean más intensamente objeto de denuncia recibirán prioridad en el diligenciamiento de investigaciones y acciones de remediación, tales como la mejora de procedimientos, intensificación de supervisión o auditorías.

Paralelamente, esta información podrá permitir al administrador de la línea de denuncias asignar más recursos al equipo investigador para que los casos aportados sean analizados y resueltos en plazos lo más breves posible

El seguimiento de la denuncia por el denunciante y la comunicación entre denunciante e investigador

La denuncia es el inicio de un proceso. Una vez realizada, es muy probable que el denunciante se sienta aliviado/a, pero también puede resultar que poco tiempo después advierta que debe incorporar nuevos datos y/o corregir ciertas informaciones que proveyó. En este caso, una línea digital le permite la comunicación inmediata y anónima con el investigador asignado, al cual contactará refiriendo solamente el número de denuncia a la que se refiere. Sin necesidad de revelar su identidad si así no lo desea.

Recíprocamente, el investigador, en el curso de su trabajo, puede necesitar validar ciertos datos con el denunciante, o consultarle si puede aportar nueva información para seguir adelante.

En las líneas analógicas, perdido el entusiasmo inicial de la denuncia, el contacto ulterior entre denunciante e investigador puede verse trabado por barreras burocráticas. Por el contrario, esto se agiliza por una línea ética o de denuncias implementada digitalmente.

Conclusión

“Hagan algo” es un reclamo, en ocasiones un ruego, que hacemos cuando algo marcha mal. Sin embargo, “hacer algo” no es suficiente.

Como dijera el ilustre Leandro N. Alem, quien fuera diputado en Argentina: “Nunca he practicado la idea de que en política se hace lo que se puede y no lo que se quiere. Para mí, hay una tercera fórmula que es la verdadera: en política, como en todo, se hace lo que se debe, y cuando lo que se puede hacer es malo, no se hace nada”.

Implementar una línea ética “para la galería”, puede incluso ser peor que no hacer nada. Es nuestro deber hacerlo con los mejores medios a nuestro alcance. Con SHOGUN Línea ética podrá garantizar el anonimato del denunciante, esto convertirá a su línea ética como una herramienta tecnológica de gran valor para su organización.

Autor: Guillermo Casal
Consultor y capacitador internacional en temas de prevención e investigación de fraudes y lavado de activos. Es Contador Público, Master en Economía y Administración, y reúne seis certificaciones internacionales, entre las cuales destaca la CFE, Examinador Certificado de Fraudes, la CIA – Auditor Interno Certificado, y la CISA – Auditor Certificado en Sistemas de Información.