Implementación del plan antifraude

Un plan antifraude es un pilar esencial de un robusto sistema de control interno, en la medida en que reducir el costo del fraude, que según la ACFE alcanza al 5% de las ventas brutas de las organizaciones internacionales, es un factor de costo relevante, al igual que en cuanto a su impacto en el riesgo reputacional y regulatorio. El fraude extendido les ha costado la supervivencia a organizaciones sólidamente establecidas.

Los elementos centrales de un programa antifraude son:

• El Código de Ética o Conducta.
• La línea de denuncias.
• Sistemas de monitoreo.
• Investigación y sanción de fraudes.
• Todos estos elementos deben combinarse y actuar armónicamente en la prevención, disuasión y sanción del fraude, del mismo modo que interactúan entre sí los dos pedales de una bicicleta.

El Código de Ética o Conducta. Dado que no se puede sancionar a nadie si previamente no se le anotició respecto de las conductas que de él o ella se esperaban, establecer un Código de Conducta es crucial para dar a conocer a todos los comportamientos que de ellos se esperan. En tal sentido, la capacitación es esencial.

La línea de denuncias. Según estadísticas de la ACFE, casi la mitad de los fraudes se descubren por denuncias, duplicando en efectividad a las auditorías internas y externas. Esto se debe a diversos factores, el principal de los cuales es que fraudes tales como el pago de sobornos no dejan huella en comprobantes ni contabilidad de la empresa y por tanto requieren ser detectados por otras vías. Shogun es altamente efectivo como línea de denuncias porque al ser un mecanismo enteramente digitalizado provee confidencialidad y confort al denunciante y capacidades de minería de datos a la organización.

Sistemas de monitoreo. Monitorear regularmente las transacciones atípicas es una excelente acción si se la combina con una eficaz línea de denuncias. En efecto: la ACFE indica que, si bien una organización con una robusta línea de denuncias puede reducir sus pérdidas por fraude en un 50%, si esto se complementa con monitoreo, tal reducción puede llegar hasta al 75%.

Investigación y sanción de fraudes. De nada vale tomar conocimiento de los fraudes si este conocimiento no da lugar a acciones correctivas. Las cuales deben sustentarse en evidencia debidamente recolectada y verificada, y presentada ante las autoridades cuando corresponda, para garantizar la acción punitiva adecuada no solamente en el ámbito interno sino también en el contexto judicial.

Guillermo Casal

Guillermo Casal

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