Historia de los informes éticos:
El camino hacia la transformación digital

Historia de los informes éticos: El camino hacia la transformación digital

La historia nos dice que los primeros registros de denunciantes se remontan al antiguo Imperio Romano. Incluso en este antiguo imperio, el papel del denunciante estaba institucionalizado con su propio estatus legal. Estos denunciantes tenían la función de proporcionar información a la hacienda pública, lo que permitía recaudar los impuestos adecuados de cada contribuyente del imperio.

Los cimientos de lo que hoy conocemos como delatores en el mundo moderno se remontan a mediados del siglo XIX en Estados Unidos.

Esta evolución puede dividirse en tres etapas:

• Cazador de recompensas: Surgió tras la Guerra Civil estadounidense, cuando ciudadanos e investigadores privados asumieron funciones policiales como investigar y perseguir a delincuentes a cambio de una recompensa.


• Denunciante como defensor de la ética: Tras la Segunda Guerra Mundial, entraron en vigor numerosas normativas para proteger a los trabajadores, los consumidores y el medio ambiente. Muchas prácticas empresariales eran ilegales en virtud de la nueva normativa. Había poco control y pocas sanciones contra las empresas que incurrían en estas prácticas. Debido al escándalo Watergate y a la guerra de Vietnam, aumentó la presión social contra la corrupción, lo que dio lugar a cambios en la legislación relacionada con los denunciantes, como la Ley de Reforma de la Función Pública de 1978, que protegía a los funcionarios públicos que denunciaban corrupción en la administración.


• Denunciantes en el sector privado: En las últimas décadas, estas prácticas se han adaptado al sector privado. En 2002, esta tendencia se inició con la adopción de la Ley Sarbanes-Oxley (SOX) en respuesta a los grandes escándalos financieros de los años 90, como el de Enron.

La adopción de programas de denuncia de irregularidades en las organizaciones ha cobrado impulso, comenzando inicialmente con el conocido buzón de denuncias. Posteriormente, se adoptaron las líneas directas o «tip lines», que consistían en líneas telefónicas para denunciar conductas indebidas. Con la llegada de la era de la información (la tercera revolución industrial), se adoptaron tecnologías web como el correo electrónico y los formularios web.

Con la llegada de la Cuarta Revolución Industrial (revolución digital), los medios de comunicación tradicionales mencionados anteriormente son percibidos por los denunciantes como vulnerables o anticuados para denunciar. Esto se debe a que estas tecnologías no garantizan el anonimato del denunciante y dejan posibilidades de rastrear el origen de la denuncia, poniendo en peligro su seguridad.

La era digital de la Cuarta Revolución Industrial nos está proporcionando tecnologías web y aplicaciones especializadas para la denuncia de irregularidades que garantizan el anonimato y la protección total de los denunciantes. Además, ponen a disposición de los investigadores múltiples herramientas digitales para facilitar las investigaciones, la gestión interna de las denuncias y el análisis de datos basados en los casos denunciados.

Los nuevos tiempos nos brindan poderosas herramientas digitales y armas a favor de la ética en nuestras organizaciones y en la sociedad.

SHOGUN ofrece herramientas tecnológicas para impulsar la transformación digital en el proceso de denuncia dentro de su organización.

Autor: André Barrantes
CEO y fundador de SHOGUN Monitor. Es experto en desarrollo de formación digital y tecnología especializada en materia de Prevención de Fraude Operativo y corrupción con clientes en más de 20 países de América y Europa.