Líneas de denuncia y Programas Antifraude

Líneas de denuncia y Programas Antifraude

¿Qué es y para qué sirve un programa antifraude?

Como hemos mencionado en un artículo anterior, los efectos del fraude, ya sea interno (ocupacional), o externo (crimen organizado) son un costo importante para las organizaciones, y que en ciertos casos puede tener un efecto devastador.

¿Qué es y para qué sirve un programa antifraude?

Por lo tanto, establecer un programa integrado para prevenir, disuadir y detectar el fraude es un elemento esencial en la formulación de un adecuado control interno.

¿De qué consta un programa antifraude?

El programa antifraude se compone de elementos preventivos, tales como un Código de Ética o Conducta, para dar a conocer a los colaboradores y contrapartes de negocios los comportamientos esperados en el marco de las labores. Así como fijar prohibiciones adicionales a las establecidas por las leyes y marco regulatorio. Por ejemplo, en materia de conflicto de intereses, restringiendo la posibilidad de aprobar negocios y contratos con personas relacionadas con el dependiente de que se trate.

También existen elementos de detección, tales como el establecimiento de un procedimiento o protocolo para la investigación de denuncias o sospechas de fraude, su ulterior análisis y la imposición de sanciones.

Las líneas de denuncia como componente del programa antifraude

En este contexto, establecer un mecanismo de denuncia eficiente es un componente esencial del programa antifraude, que puede catalogarse como disuasivo y de detección. En efecto, las líneas de denuncia cumplen un rol disuasivo en la medida en que el conocimiento de su existencia evitará que un número considerable de personas incurra en conductas inapropiadas.

Personas que no actuarán éticamente por el efecto preventivo que tiene un Código de Ética al comunicar las conductas esperadas, sino porque sentirán que la probabilidad de ser descubiertos y sancionados si incurren en comportamientos inapropiados es alto. Es decir, habrá un número significativo de individuos que se comportarán adecuadamente por conveniencia y no por convicción.

El rol de detección de las líneas éticas

El rol de detección de las líneas éticas es, probablemente, el más importante. En efecto, de acuerdo con estadísticas de la ACFE – Asociación de Examinadores Certificados de Fraude de Austin, Texas, USA, las líneas éticas, debidamente administradas, permiten la detección inicial de entre el 42 y 43% de los fraudes de los cuales las organizaciones toman conocimiento.

Este dato puede parecer sorprendente, habida cuenta que sería de suponer que otros mecanismos tales como las auditorías externas e internas deberían tener un mayor porcentaje de las detecciones de fraude. Sin embargo, esto no es así, porque en los casos de sobornos y corrupción en general estos mecanismos no resultan tan efectivos como una línea de denuncia.

Conclusión

El combate al fraude debe realizarse por medio del esfuerzo integral y sistemático que supone un programa integral antifraude. Sin embargo, establecer un programa antifraude que no incluya una eficaz línea ética será casi siempre un vano esfuerzo en el cual la organización no tomará conocimiento de casi la mitad de los fraudes de los cuales está siendo objeto, y por lo tanto no podrá actuar eficazmente.

SHOGUN podrá acompañarlo en la implementación de la línea ética de su organización, componente clave para la implementación de un Programa Corporativo Antifraude.

Autor: Guillermo Casal
Consultor y capacitador internacional en temas de prevención e investigación de fraudes y lavado de activos. Es Contador Público, Master en Economía y Administración, y reúne seis certificaciones internacionales, entre las cuales destaca la CFE, Examinador Certificado de Fraudes, la CIA – Auditor Interno Certificado, y la CISA – Auditor Certificado en Sistemas de Información.