Las líneas de denuncias, particularmente cuando se establecen con tecnología digital, son un mecanismo enormemente ventajoso en el mundo actual, en el cual todas las noticias, aún las falsas, corren a enorme velocidad. Las ventajas de una línea de denuncias pueden resumirse en los siguientes factores:

Reputacional. Una organización que es conocida como corrupta puede correr el riesgo de desaparecer. En el caso de los Estados Unidos de América, los escándalos corporativos de Enron y WorldCom arrastraron incluso a la firma auditora Arthur Andersen, por aquel entonces entre las cinco mayores del planeta y que actualmente ha desaparecido. Algo similar sucedió con la constructora Odebrecht, la mayor de América Latina.

Aun en casos no tan extremos como los mencionados anteriormente, los organismos reguladores SÍ DISPONEN DE LÍNEAS DE DENUNCIA. Si ellos toman conocimiento de irregularidades que afectan a sus empresas supervisadas sin que éstas lo supieran de antemano:

Los fraudes continuarán por más tiempo y generarán más pérdidas. La supervisión regulatoria será más intensa, más frecuente y costosa de administrar para las empresas, debido a la mayor percepción de riesgo. Eventualmente, pueden establecerse sanciones por deficiencias de cumplimiento normativo.

Económico. El fraude corporativo, según estimaciones de la ACFE, implica alrededor del 5% de las ventas brutas de las organizaciones. De éste, casi la mitad de los casos se detectan inicialmente por líneas de denuncias, que permiten a su vez reducir el periodo y la pérdida promedio a la mitad. Imagine Ud. la oportunidad que representaría incrementar sus ventas por un 2.5% sin más costo que el de establecer y administrar una línea de denuncias, que es insignificante en comparación.

Adicionalmente, hay costos ocultos del fraude y la corrupción que no se cuantifican plenamente en estas cuantificaciones, tales como:

El sobreprecio aplicado a los productos de los proveedores que pagan sobornos.
La menor calidad de sus prestaciones.
Las restricciones que aplican los mercados financieros y de capitales a las empresas con mala reputación.

De clima interno. Para el personal de la organización, ver a los corruptos enriquecerse mientras los honestos se esfuerzan sin un ingreso comparable, y viendo como la organización se deteriora día a día amenazando su fuente de ingresos es preocupante y desmotivador. La percepción de integridad y equidad es un fuerte motivador para un buen clima laboral y una óptima productividad.

Guillermo Casal

Guillermo Casal

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